Cuerpos suspendidos: La pequeña silueta al borde del abismo

Resumen

Los estados de suspensión corporal son somáticos y emocionales al mismo tiempo. En la vida cotidiana no percibimos esta relación orgánica, sino solo cuando nuestra cadena de acciones y patrones se interrumpe, suspende o rompe. Observando las acciones corporales desde el exterior casi siempre tenemos una sensación de contacto emocional y muscular con la persona que realiza una cadena de acciones. Cuando, por alguna razón, una acción es interrumpida, suspendida, desviada o detenida, la producción de sentido continúa más allá de la interrupción o ruptura. La suspensión es, además de un hecho motor observable, el signo y el índice de otros sentidos alternativos. Cuando los niños señalan algo sin tocarlo y, al mismo tiempo, observan a su padre o madre buscando en ellos una complicidad afectiva; cuando una joven realiza una actuación al borde de un abismo y coloca su cuerpo en un estado liminal; cuando el actor señala fuera de la escena y mira hacia el público; cuando el cuerpo del bailarín se detiene y se suspende justo antes de terminar una secuencia.